El Valencia realizó el mejor partido de la temporada ante el Real Valladolid, con una segunda mitad soberbia en la que la dinámica de poca fortuna de sus delanteros posibilitó un empate a todas luces injusto
E. Monasterio.- Partido completo del Valencia en cuánto a juego y ocasiones ante el Real Valladolid, al que borró literalmente del partido, anulando todas las virtudes del conjunto pucelano que son muchas. Pero si generas 7 u 8 ocasiones claras, -penalti incluido-, y no las materializas, en un golpe de mala fortuna, el rival te empata. Resultado muy injusto en Mestalla que la grada reconoció como tal, sin un sólo reproche a sus jugadores ni al entrenador, lo que explica bien a las claras que por un lado, esta afición es muy entendida y respetable (por muy medio de comunicación madrileño y tan madridista como irrespetuoso que seas) y por otro, que sólo exige a su equipo la intensidad y la concentración suficientes para jugar bien, lo que ocurrió esta tarde ante el cuadro vallisoletano.
Aunque es cierto que en la primera parte, con un control de tempo de partido abrumador, con un dominio total y con un gran despliegue físico de los cuatro hombres de centro de campo -Parejo, Soler, Waas y Cheryshev-, sólo hubieron dos oportunidades claras de gol, la primera de Carlos Soler, la segunda de Cheryshev. Lo demás, presión, recuperación muy rápida de balón y entradas por bandas con ningún acierto en los centros. Un juego tan previsible como fácil de defender, ese es el problema del sistema de Marcelino. No hay llegadas desde atrás con posibilidad de sorprender, no hay intercambio de posiciones, no hay un jugador con desborde suficiente para crear superioridad en ataque y eso es un déficit de la estrategia del míster.
En el minuto 5, tras una dejada de Rodrigo, Carlos Soler lanzó con potencia, aunque ligeramente desviado en la primera llegada clara de los locales. Más tarde fue Cheryshev el que tuvo el primero de la tarde en un disparo con la zurda que salió desvíado con todo a favor. Fueron las dos únicas ocasiones reales a pesar del dominio, de la absoluta superioridad en todo el césped del Valencia.
En la segunda mitad, el juego local fue un auténtico vendaval. Penalti a Santi Mina, fallo de Rodrigo y acierto de Masip al desviar el rechace del propio delantero gallego. Remate de Rodrigo, cabeceando fuera por poco un centro de Soler. Balón de oro para Santi Mina que no puede rematar a contrapié de la jugada. Y golazo de Parejo en un tuya-mía con Carlos Soler. El marcador hacía justicia. Pero además, el equipo seguía buscando ampliar la diferencia.
Hasta que Alcaraz, en la única aproximación pucelana y tras acción sancionada de Coquelin, igualó el encuentro con un magistral lanzamiento de falta, que clavó en la escuadra de Neto. Mestalla respondió con su categoría histórica, volcándose con los suyos hasta el final. Señorial, lo mejor de la tarde una vez más.
Por cierto, reconocer las actuaciones de José Luis Gayá y Daniel Waas. El valenciano, extraordinario, realizó un gran partido, tanto en defensa como en ataque. Y el jugador danés estuvo completísimo en el corte y sirviendo balones mientras Marcelino lo mantuvo en el campo. Y fin de la segunda peor primera vuelta del Valencia en toda su historia.
Datos del partido.-
Valencia CF: Neto, Piccini, Garay, G. Paulista, Gayà, Parejo ©, Carlos Soler, Wass (Coquelin, m. 56), Cheryshev (Kang In, m. 87), Santi Mina (Gameiro, m. 79) y Rodrigo.
Real Valladolid: Masip, Moyano ©, K. Olivas, Calero, Nacho, Anuar (Michel, m. 65), Rubén Alcaraz, Keko Gontán (Antoñito, m. 59), Toni (Duje Cop, m. 79), Óscar Plano y Enes Ünal.
Goles: 1-0. M. 71: Parejo. 1-1. M. 82: Rubén Alcaraz.
Árbitro: Iglesias Villanueva, del comité gallego. Amonestó a Parejo y Coquelin del Valencia CF, y a Óscar Plano, Nacho, Enes Ünal, Rubén Alcaraz y Calero del Real Valladolid.
Partido correspondiente a la decimonovena jornada de LaLiga disputado este sábado a las 16.15 horas en Mestalla ante 36.912 espectadores. Se guardó un respetuoso minuto de silencio en memoria de Francisco Valls Gil, fallecido tras más de 50 años ininterrumpidos como abonado del club.