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El director general del Club responde para leer entre líneas, las preguntas más directas sobre la continuidad de Marcelino
10-01-2019
E. Monasterio.- «En el fútbol los plazos son distintos a la vida normal». Mateu Alemany, director general y portavoz del Valencia CF, ha atendido este jueves a los medios de comunicación en el Media Center de la Ciutat Esportiva de Paterna, en una rueda de prensa esperada y lógicamente, las preguntas más claras y directas giraron en torno a la continuidad en el banquillo del entrenador Marcelino García Toral, aunque la salida de Batshuayi diluyó en parte la importancia de las respuestas del primer ejecutivo de la entidad respecto del inminente cese del técnico asturiano.
Personalmente pienso que Marcelino está más que sentenciado. Una no-victoria ante el Real Valladolid y no digo ya, una posible eliminación en Copa ante el Sporting, provocarán la destitución del numeroso (y muy costoso) cuerpo técnico, posiblemente con Longoria en el lote: «Los hechos son claros: son unos resultados que no son los esperados ni los que queremos, ni los que la afición se merece, tenemos al mismo entrenador y a los mismos jugadores desde principio de temporada, cuando los resultados son malos se analiza el por qué, es cierto que en este momento estamos en un punto en el que no voy a entrar en ese análisis, porque puede sonar a excusa, no estamos para excusas y sí para buscar soluciones».
Claro, extracto las declaraciones en lo que yo entiendo como leer entre líneas a Mateu. No confirma que la decisión del relevo está tomada porque pueden haber tres circunstancias al efecto.
La primera es que la temporada ya está echada a perder y el coste del despido será muy, muy elevado. Tan expuestos al fracaso, se puede fiar todo a la diosa Fortuna y esperar un milagro en modo recuperación de puestos en la clasificación de Liga, pase a cuartos en Copa y eliminación del Celtic en Europa Liga. Arriesgado hasta para el propio Mateu, porque si cualquiera de los tres supuestos no se produce, el cabreo irá in crescendo en un clima alrededor del equipo muy tenso y complicado.
La segunda es esperar a la llegada de un goleador en este mercado de invierno que propicie el milagro anterior. Ha sido la parte del tema Batshuayi. Botes de humo, como es habitual en el fútbol. Tan difícil que, de no producirse los resultados esperados, no haría más que alargar el malestar en el entorno del equipo y contaminar la enfermedad al propio director general y al dueño Peter Lim. Porque para mí, el problema no está en el gol y sí en el sistema de Marcelino, sus fichajes comisionados y su obcecación con Parejo. Sí, es cierto, también en las importantes bajas de Garay, Guedes, Kondogbia y Coquelin a lo largo de la temporada, aunque eso no justifica la situación del equipo.
Y la tercera y especulo descaradamente, puede haber sido la negativa de Voro a volver al banquillo faltando tanta temporada por medio. El marrón que se lo coma el que lo ha provocado, digo yo que puede pensar el ex defensa internacional valenciano. Yo creo que Voro sólo aceptaría de buen grado hacerse cargo más adelante, en una situación casi desesperada y exclusivamente, por su amor al club. Pero ahora todavía es pronto. Fichar ahora a un técnico es casi imposible, aunque fuera para lo que resta y una temporada más, por razones que, si se produjera el caso, explicaría.
Pero lo que es un hecho, –que es lo que le gusta a Alemany–, es que el proyecto del que habla se ha ido al garete a las primeras de cambio y ésa sí es su responsabilidad plena. Porque tras la buena temporada pasada, viniendo de dónde se venía, se habría la puerta a la consolidación, tanto deportiva cómo económica, del proyecto que nos vendió el director general: llegar a octavos de Champions (ingresos), volver a clasificar para Champions (muchos más ingresos), llegar lejos en Copa (más ingresos) y situar al Valencia en la rampa de salida para convertirlo en medio plazo (en la vida real), en un club fuerte en Liga y en Europa y con potencial de fichajes, al estilo Atlético de Madrid. Todo eso ya no va a ser posible por simple matemática pura. Todo eso ya no es posible por la ilógica decisión de mantener a Marcelino en el puesto, a pesar de la evidencia de sus gravísimos errores en la dirección del equipo.
Y termino con un aviso a los que piden la cabeza de Murthy. Peter Lim realizó un esfuerzo considerable dada la economía de la SAD VCF, en firmar a Kondogbia y Guedes, a Diakhaby, a Gameiro y hasta a Daniel Waas. Marcelino se lo ha devuelto con un fracaso monumental. Hay que reflexionar y volver a empezar.
