1-4. El ‘Guache’ López los vuelve locos

El Valencia de Rubén Baraja golea al Cádiz y se sitúa a tres puntos de Europa

A. CASAÑ

A estas alturas de competición nadie debería dudar de que Rubén Baraja merece una renovación inmediata y un monumento a la entrada de Mestalla. El Valencia, «su» Valencia, se impuso hoy en el Carranza a un Cádiz al que superó a pesar de las patadas y de un penalti infame señalado por otro infame, el árbitro de VAR, el aragonés Jaime Latre, que ya demostró la temporada pasada su inquina contra el cuadro valenciano al no señalar un penalti clarísimo en el Camp Nou de Kessie sobre Fran Pérez que hubiera supuesto el 1-1.

Fue la tercera victoria consecutiva del Valencia en liga, que deja al equipo de Baraja a las puertas de Europa, confirmando una dinámica ganadora que ilusiona cada vez más a todos los valencianistas, Un Valencia muy, muy serio en defensa y que pese a la juventud de la plantilla, superó con sobresaliente el juego sucio del Cádiz, plantado en el césped para dar nada más que patadas por todo espectáculo, interrumpir el juego lo máximo posible y evitar una derrota que comenzó a gestarse bien temprano.

Llegó el 0-1 en el minuto 7, después de que Huego Duro aprovechará una carrera de Diego López por banda superando en velocidad a Fali, apurando línea de fondo y poniéndosela atrás al 9 del Valencia, que conectó de primeras un disparo con la zurda y pilló a contrapie a Ledesma, que la tocó con la mano, pero no con la suficiente fuerza como para sacarla.

Poco después llegaba la lesión de San Emeterio. El centrocampista gaditano, un hombre clave para Sergio González, volvía a disputar un partido en Liga meses después y tan solo aguantó 14 minutos. No jugaba desde la jornada 3 contra el Almería en un encuentro en el que además fue expulsado. Salió del campo llorando.

El Cádiz se lanzó a por el empate y en el minuto 16 llegó la primera de las polémicas, en un tiro libre de Alcaraz que golpeó en el brazo de Pepelu y tras revisión de VAR acabó en pena máxima, que el propio Alcaraz transformó. Un penalti que solo le pitan al Valencia o a equipos pequeños, nunca a los grandes. Es la vergüenza del arbitraje español.

La igualada encendió a los cadistas y se lanzaron a por el 2-1, encontrando tras un saque de banda y una peinada de Fali una ocasión clarísima del propio Alcaraz, quien remató fuerte y de cabeza, obligando a Mamardashvili a sacar una mano antológica.  En el 29 la polémica continuó y el Valencia pidió roja en una agresión sin balón en la que Luis Hernández se desentendió de la disputa y golpeó en la cara de Hugo Duro. Solo amarilla.

En ese momento el partido ya estaba en fase de guerra para el Cádiz. Patadas, simulaciones y reclamaciones al árbitro para provocar la presión del respetable del Carranza. Pero en el minuto 51, en una contra de los de Baraja, acabó en un gran gol de Diego López, el gran protagonista del conjunto murciélago. Sergi Canós le puso un pase excepcional de exterior al espacio al Guache, que dejó al joven atacante mano a mano con Ledesma y definió al palo largo.

En el 65 Baraja dispuso el cambio de Gayà de cara a la Copa ante el Celta del miércoles.  Desde ese momento el Valencia se limitó a situarse en bloque bajo y defender la ventaja, mientras que el Cádiz tuvo la pelota, sin ninguna ideas. La única manera de generar ocasiones fue a través de centros laterales de Alejo, que buscaba siempre a Ramos, perfectamente marcado siempre por un inconmensurable Mosquera.

Lo lucharon hasta el final, incluso con Ledesma subiendo a rematar varias jugadas a la desesperada. En el 94, con todo el equipo volcado arriba, Javi Guerra culminó un contragolpe dirigido nuevamente por Diego López. Ya con el tiempo cumplido Jesús Vázquez empujó a portería vacía un pase de la muerte de Alberto Marí. La afición se fue antes de tiempo del estadio, entonó el ‘Sergio Dimisión’ e incluso sacó algunos pañuelos.