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A seis días para el comienzo de LaLiga, el equipo deja un balance general positivo aunque con muchas carencias en el centro del campo
Último partido de pretemporada para el Valencia, celebrado en los alrededores de Londres y balance positivo de preparación de cara a encarar LaLiga 2021-2022. Lo de menos han sido los resultados, también con claro signo a favor, ya que se han dado victorias ante Villarreal, Levante o Milan, con dos derrotas, ante el Real Zaragoza y la de ayer ante el Brendfort.
Lo más destacabale es la personalidad competitiva del equipo, en la que se deja notar el sello de Bordalás. Fortaleza defensiva con la línea de cuatro formada por Thierry, Paulista, Alderete y Gayá, y la buena noticia de Mamardashvili, y Rivero que han aportado seguridad a la puerta.
Además, han habido buenas aportaciones de los canteranos Joseda Menargues y Jesús Vázquez en las bandas, como opciones de futuro a corto-medio plazo. Inédito Toni Lato por lesión, Diakhaby se ha mantenido en su línea que traslada más inseguridad que otra cosa y Hugo Guillamón ha tenido que jugar en el centro del campo debido a las ausencias de Carlos Soler, Daniel Waas y Uros Racic.
Diego López cuajó una buena actuación ante el Brendfort y marcó el gol valencianista en una bonita jugada individual/VCF
Sin duda lo más preocupante es la parcela central, en donce se hace necesaria la presencia de al menos un refuerzo en modo titular indiscutible en la posición de medio centro defensivo, una posición para la que el entrenador alicantino cuenta solo con Racic para afrontar toda la temporada. Y eso contando con la recuperación de Yunus Musah y la presencia de Carlos Soler.
Si bien es cierto que otra de las sorpresas positivas ha sido el joven centrocampista Alessandro Burlamaqui en esa posición de contención en la zona central de la medular, parece demasiado pronto para contar con el futbolista peruano como fijo en el once como hombre para cargar con la responsabilidad del puesto.
Y delante más de lo mismo. Algunos chispazos iniciales de Gonçalo Guedes que se han ido diluyendo con el paso de minutos, Maxi Gómez, también en su línea, apenas ha aportado nada nuevo que no sea su experiencia en la lucha con los centrales contrarios, mientras que Manu Vallejo interviene poco pero continúa con su olfato goleador.
De los demás, muy poco o nada que decir. Denis Cheryshev, tan gris como en él es habitual, no puede ser la referencia del 10 que necesita el equipo. Jason aporta trabajo e ilusión pero es un jugador demasiado intermitente y limitado técnicamente. Y Rubén Sobrino es otro de los que su aportación al once no es ni siquiera valorable.
