Rosa Muriel / ASÍ ES LA VIDA
Reírme a carcajadas, viajar, volar, correr, meterme en el mar, quitarme la ropa… todas estas cosas me despeinan. Besar a la persona que amo y jugar con él, despeina. Cantar hasta que me quede sin aire, despeina. Bailar hasta no tener fuerzas y aliento, me deja el pelo irreconocible. Así que discúlpame si me ves con pelos locos.
Dentro de mi gran capacidad de amar está el de amarme a mi misma, el de entregar de mi misma para poder amar. Eso es algo que me hace especial como persona y algo que me da un gran valor en los ojos de los demás: tener ojos y amor.
Ahora…. Nada en este mundo merece que tus ojos siempre derramen lágrimas, nada amerita que tu corazón se llene de inquietudes, pues desde el fondo de tu ser tienes que sacar esa fortaleza, para que camines por el mundo con la frente en alto y sepas afrontar cualquier situación que te lastime.
Quien vive con alegría es porque lo ha decidido así, pues nadie está exento de problemas. La diferencia está en que algunas personas deciden dejar que el cabello se les despeine a pesar de las tempestades.
Sinceramente, a mi me encanta andar despeinada.