La cacicada del Comité establece el cierre de la grada Mario Kempes durante cinco partidos y multa de 45.000 euros
MANUEL HUERTA
Ya es oficial la sanción al Valencia por los insultos a Vinicius Junior durante el partido contra el Real Madrid del pasado domingo en Mestalla. El Comité de Competición, basándose en hechos que nunca se produjeron, ha anunciado el cierre parcial de la grada de animación ‘Mario Kempes’ durante cinco partidos, donde se ubican los aficionados más radicales del Valencia y desde donde se profirieron los insultos más graves al futbolista brasileño del Real Madrid.
«Se considera probado que, tal y como reflejó el árbitro en su acta, hubo gritos racistas a Vinicius, jugador del Real Madrid CF, durante el mencionado partido, alterando el normal desarrollo del mismo y considerándose las infracciones muy graves. Además, se le impone al Valencia una sanción económica de 45.000 euros», dice la nota.
El Valencia tiene un plazo de diez días hábiles para apelar la resolución ante el Comité de Apelación.
Falsedad intolerable
El Comité de Competición, manoseado por el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, el entramado mediático madridista de la capital y el irresponsable presidente de la RFEF, Luis Rubiales, considera probado que Mestalla gritó de forma coral «mono» a Vinícius tras su expulsión, cuando en todos los vídeos emitidos de ese momento se aprecia el grito coral de «tonto».
Esa evidencia, incluso, consiguió que Ancelotti rectificara entredientes ayer su gravísima e infundada acusación del domingo de que todo Mestalla tuvo una actitud racista: «No fueron 46.000…», dijo simplemente el entrenador del Madrid. El Comité de Competición considera, en el punto 6 de los antecedentes de hecho, que «Tras la expulsión en el minuto 90, se produce un cántico generalizado por toda la grada de ‘mono, mono’ que transiciona a ‘Tonto, tonto’».
Es decir, la Federación señala durante unos instantes a todo Mestalla de campo racista, haciendo bueno el discurso de Ancelotti, de Vinícius y del Real Madrid. Según argumenta el organismo presidido por Carmen Pérez González, esta conclusión (e incluso ese momento de la transición entre insulto e insulto) se ha extraído tras el análisis de decenas de puntos de vista y de grabaciones tanto de vídeo como de audio de lo sucedido el domingo en Mestalla.
El Valencia por su parte, no sólo va a recurrir al Comité de Apelación sino que llegará a todos los estamentos, sin descartar abrir una vía judicial al entender que la entidad ha actuado con máxima celeridad, identificando en poco más de 24 horas a tres presuntos responsables de los insultos racistas contra Vinícius, que ya han sido detenidos y puestos en libertad a expensas de la decisión policial y que, en el punto de señalar a todo Mestalla con un cántico coral de racismo, se está faltando gravemente a la verdad, en parte por las desgraciadas manifestaciones de Ancelotti tras el encuentro.
Se saltan el reglamento
Pero es que además, los miembros de Competición han tomado una decisión jamás vista y ha decidido este mismo martes, tras una reunión de más de 7 horas, dejar sin efecto la roja que Vinicius Jr. vio frente al Valencia por su agresión a Hugo Duro. Con ello crean un precedente muy peligroso de cara a futuros conflictos de similar naturaleza.
Al respecto, el propio Comité en una resolución que dice lo siguiente: «Este Comité considera acreditado que la apreciación del colegiado estuvo determinada por la omisión de la totalidad del lance sucedido, lo que vició a radice la decisión arbitral. En efecto, el hecho de que le fuese hurtada una parte determinante de los hechos le abocó a adoptar una decisión arbitraria. Y ello porque le fue imposible valorar de modo adecuado lo que ocurrió, pues en el procedimiento necesario para la adopción de tal decisión se habría producido la omisión de un trámite indispensable para que la misma hubiera podido ser legítima y legalmente adoptada».
No cabía esperar que a Vinicius Jr., víctima de insultos racistas de un sector de la grada de Mestalla, se le fuera a retirar su sanción tras agredir a Hugo Duro, que previamente lo había retirado de una melé agarrándolo por el cuello, acción que no merece castigo algunos y de hecho, ninguno de los compañeros del brasileño se lo recriminaron. Así lo reflejó el propio De Burgos Bengoetxea en la propia acta del partido, en la que se refería a la roja vista por el jugador del Real Madrid por «golpear con su brazo en el rostro de un adversario cuando el balón no estaba en juego, en una confrontación masiva de jugadores de ambos equipos. El jugador contrario tuvo que ser atendido».
«El Comité se limita (falso) a revisar en esta Resolución la sanción concreta impuesta por el Colegiado reflejada en el Acta, no correspondiéndole valorar ni sancionar las acciones producidas, ni por el jugador citado ni por los demás intervinientes en el incidente, pues aunque este Comité los considere sin duda reprobables, entiende que no puede proceder de oficio a rearbitrar y adoptar las sanciones que debieran, en su caso, haberse impuesto», se justifica el mismo comunicado al respecto de no sancionar con roja también a Hugo Duro.
De este modo, la Real Federación Española de Fútbol ha atendido, una vez más, la petición hecha por el Real Madrid, que se quejaba de que no se le había mostrado a De Burgos Bengoetxea la secuencia completa de lo sucedido en dicha jugada en el corte vislumbrado en el VAR. Motivo por el que Iglesias Villanueva, árbitro encargado, ha sido relevado del partido Betis-Getafe, el último que iba a estar en LaLiga Santander, ya que prescindirán de él la próxima temporada.