El gol de Carlos Soler de penalti sirve para hacer justicia en un partido en el que los de Gattuso fueron muy superiores en la primera mitad y supieron aguantar en la segunda por otra cacicada de Figueroa Vázquez
A. CASAÑ
El Valencia se impuso al Girona con justicia después de hacer 45 minutos muy buenos y en los que ya debió marcharse al descanso con más diferencia en el marcador. En la segunda, minuto 53, Figueroa Vázquez volvió a demostar su inquina a los de Gattuso y envió al vestuario con roja directa a Eray Cömert por una entrada de las que se hacen miles en el campeonato, sobre todo en el Bernabeu y el Metropolitano, pero con distintas consecuencias, claro.
Mención especial para los aficionados. Ni la altísima temperatura reinante estos días, ni el puente festivo o las vacaciones estivales, ni los titiriteros que promulgaban una grada vacía, frenaron un gran ambiente en el Camp de Mestalla, que rozó los 40.000 espectadores y empujó al equipo hasta el final. Sin duda, había ganas de que arrancara LaLiga.
Con un estilo de juego cada vez más consolidado, basado en una identidad determinada de ganador -como quiere Gattuso-, una presión asfixiante al rival y el once basculando con precisión, el equipo buscó los tres puntos con insistencia desde el inicio. El primer disparo por parte de valencianista no llegó hasta el minuto doce, aunque sin peligro para Juan Carlos. El protagonista fue Jesús Vázquez. Luego, un robo de Samuel Lino en campo contrario y una gran conducción posterior del brasileño estuvieron a punto de propiciar el primer tanto en una primera aproximación de peligro.
En el minuto 14, Mestalla dedicó una gran ovación al capitán Jose Luis Gayà, víctima de una sanción injusta y sin precedentes en el fútbol español, y justo después el equipo volvió a golpear, esta vez con un potentísimo disparo de Yunus Musah desde fuera del área que salió lamiendo la cepa del poste de la portería del Girona. Seguiría insistiendo el Valencia y tras un centro que a punto estuvo de meterse en su propia portería David López, llegaría otro disparo de Yunus y dos acciones de Hugo Duro, pero la balanza no se desequilibraría hasta justo segundos antes del descanso.
Una falta botada por Samu Castillejo en la frontal del área fue desvíada por el brazo despegado del cuerpo de Valery y el árbitro señaló penalti. Ojo, y sin consultar aparentemente en principio con el VAR y todo. Era la coartada que buscaba este pésimo árbitro sevillano de estilo de los 70, fondón y barriguita cervecera, para liarla contra el Valencia en la segunda parte. Desde los once metros, nadie tan fiable como Carlos Soler, que volvería a demostrar su eficacia engañando a Juan Carlos y puso el 1-0 en el marcador.
En el minuto 50, una entrada de Cömert sobre Taty Castellanos acabó con la expulsión del valencianista. El colegiado le mostró amarilla, pero viendo la acción en el VAR, Figueroa Vázquez rectificó la amarilla por la roja, en una acción que iremos comparandola lo largo de la temporada con otras que serán similares o incluso más graves y no merecerán el mismo castigo.
Mestalla reclamó poco después con razón una entrada de Samu Saiz sobre Thierry Correia que hubiese significado la segunda amarilla para el atacante del conjunto catalán. El partido empezó a coger temperatura y Míchel decidió sustituir a tres jugadores de golpe a la hora de juego. Salieron Ureña, Miguel y Stuani. El Valencia también movió el banquillo y dio entrada a Foulquier.
Si bien es cierto que nunca no dio la sensación de que los de Gattuso jugaban con diez por el gran tarbajo con y sin balón del equipo, el Girona empezó a ser consciente de que debía dar un paso al frente e hizo recular al conjunto local. Stuani estuvo a punto de cazar un balón que remató de tacón Juanpe y, posteriormente, un disparo potente de Aleix García desde fuera del área llevó el peligro a la puerta de un seguro Mamardashvili.
El Valencia supo aguantar la presión y se mantuvo bien posicionado, consciente de que debía aguantar el resultado. Incluso llegaron a zona de peligro en varias ocasiones saliendo al contraataque. Por el contrario, el Girona combinó pero sin encontrar espacios arriba, ni con transiciones ni con centros. Y sin ocasiones claras.
Los siete minutos de añadido no fueron suficientes para acercar el empate a los de Míchel y, a dos minutos para el final el Valencia incluso gozó de una oportunidad que acabó con el gol de Nico, aunque anulado por fuera de juego previo de Maxi Gómez, en el que con toda porbabailidad ha sido su último partido en Mestalla. Con el pitido final, el Valencia sumó sus primeros tres puntos en casa y al Girona se le atragantó su estreno liguero de vuelta a la Primera División.
Datos del partido
VALENCIA CF: Mamardashvili, Thierry R., Diakhaby, Cömert, Jesús Vazquez (Lato, 72’), Yunus Musah, Hugo Guillamón, Carlos Soler (Foulquier, 62’), Samu Castillejo (Maxi Gómez, 72’), Samuel Lino (Nico, 72’) y Hugo Duro (Cristhian Mosquera, 52’).
GIRONA FC: Juan Carlos, Yan Couto (Arnau, 81’), Bueno, David López (Stuani, 62’), Juanpe, Valery Fernández (Miguel Gutiérrez, 62’), Aleix García, Terrats (Yangel Herrera, 73’), Riquelme, Samu Saiz (Ureña, 61’) y Taty Castellanos.
GOLES: 1-0 Carlos Soler, 45’.
ÁRBITRO: Figueroa Vázquez (C. Andaluz). Amonestó a Yan Couto, Samu Sáiz, Valery Fernández, Thierry Rendall, Gattuso, Jesús Vázquez. Expulsó a Cömert en el 51’.
VAR: González González (C. Castellano-Leonés). Otro que tal.
Partido de la Jornada 1 de LaLiga disputado en el Camp de Mestalla ante casi 40.000 aficionados. Antes del inicio del encuentro se guardó un respetuoso minuto de silencio en memoria de todos los fallecidos durante la temporada pasada.