29-09-2018
E.Monasterio.- El entrenador del Valencia, Marcelino García Toral, repitió en la previa y hasta en tres ocasiones, la palabra victoria. Y tal que no es un mago, habrá que pensar que fue una premonición, circunstancia que le debe básicamente a la terna Kondogbia, Soler y Neto, que estuvieron sobresalientes en Anoeta. Porque llegó la primera victoria en Liga del equipo, sustentada en el trabajo de los dos centrocampistas y del portero.
Pero éste Valencia presenta, y no son ya sensaciones sino una realidad palpable, una fragilidad preocupante en la defensa, sobre todo en el lateral derecho. Los de Mestalla jugaron bien -mejor contra el Celta- pero no alcanzan ni de lejos el grado de confianza suficiente que necesita su juego para ilusionar. Parejo, insisto, necesita un prolongado descanso, más cuando Carlos Soler está espléndido y va a más. Y algunos jugadores están lejos del nivel que se les presupone: Rodrigo, Batshuayi y hasta el propio Gameiro.
Sí, se ganó en Anoeta, pero siguen existiendo muchas dudas. Los primeros 15 minutos de partido hicieron presagiar una debacle y esa no es la imagen de un equipo con aspiraciones de clasificación Champions. Sólo son 7 jornadas pero el juego y el rendimiento de demasiados futbolistas de la plantilla están más cerca del día de Cornellá El Prat que del partido de este domingo.