Valencianista.eu Un sentiment, 100 años de historia
Antonio Silvestre
05-08-2019
A propósito de la crisis institucional por la que se ha pasado en el Valencia la semana pasada, me gustaría incidir en algunos puntos que han sido soslayados en todo este asunto pero que para mí tienen una importancia clara en las reacciones de unos y otros, y no me refiero exclusivamente a la relación entre el señor Lim y el señor Alemany.
Una inmensa mayoría de aficionados reaccionaron, ante la noticia adelantada por Héctor Gómez en Tribuna Deportiva sobre el inminente cese del director general, con sorpresa e indignación. ¿Cómo era posible que Lim se entrometiera otra vez en el trabajo de Alemany después de las magníficos resultados conseguidos en las dos últimas temporadas?
Una pregunta lógica si se tiene en cuenta que las anteriores injerencias del empresario asiático habían sido realmente catastróficas para el equipo: basta con recordar los nombres de Jorge Mendes, Amién Abdennour, Aderllan Santos, Gary y Phil Neville, Pako Ayestarán y alguno más que seguro se me olvida. Ciertamente, todo eso fueron una equivocación tras otra.
Pero también es cierto que, dejándose asesorar directamente por el señor Tebas, presidente de la LFP, el señor Lim contrata a Mateu Alemany para ver de enderezar un rumbo que se anunciaba entonces dramático para la entidad. Fue sin duda, la mejor decisión y a los hechos me remito. Por tanto, quedaba demostrado que el accionista mayoritario tenía claro que ante todo, su propósito con el club era el de recuperar cuanto antes el camino del éxito, tanto deportivo como social y patrimonial.
Alemany se convierte así en un ídolo para el valencianismo y con toda la razón. No solo el equipo recupera buena parte de su prestigio deportivo, sino que además, la gestión económica del primer ejecutivo se encumbra al encontrar comprador para las parcelas de Mestalla, lo que significa restar una gran parte de la deuda económica de la sociedad y mirar con optimismo el futuro, al retomar en los despachos el futuro del nuevo estadio. Hasta aquí, soy el primero que aplaude y agradece como valencianista la gestión de Alemany.
Pero no se debe olvidar que Lim es el único empresario que, desde la distancia y todo lo que queramos, repito, el único que ha puesto casi 200 ‘kilates’ en el Valencia, 100 en una ampliación de capital y noventa y tantos avalados por Meriton. Y así, pregunto ¿no tiene derecho el dueño ha sugerir el fichaje de ningún jugador? Pregunto más ¿Porqué condenamos in eternum al señor Mendes cuando también ha traído gente que han reportado pingües beneficios para el club? Son los casos de Cancelo y André Gomes, por ejemplo.
Pero pregunto más. Si yo arriesgo una millonada en un club que ya ha comenzado una andadura exitosa en los dos últimos años ¿voy a meter la pata proponiendo más Abdennour’s de turno? Pues claro que no. Mi propuesta, insisto, como propietario, es que se estudie la incorporación del señor Otamendi, dado que el entrenador me está pidiendo un central. «No pero es que Marcelino quiere un defensa que acepte ser el cuarto central», me dicen algunos. ¿Como que acepte ser el cuarto central? Eso se verá en Paterna entre semana ¿no? ¿Porqué deja salir a Lato y ahora pide un lateral izquierdo? Son cositas extrañas, ¿no?
Porque sí, en Champions por segundo año consecutivo, brillantes campeones de la Copa del Rey, pero aquí el cuarteto Alemany-García Toral-Longoria-Botas también ha metido la gamba escandalosamente. Por ejemplo con el tema Batshuayi. Por ejemplo con Rubén Sobrino, al que se le firma en enero con un contrato de 4 años, tras pagar 4 millones de euros y ahora no lo quieren ¿Porque se despidió a Zaza entonces para traer a Vieto, que no lo quisieron ni Simeone ni Calleja?
Más. Si Peter Lim acepta sin condiciones una estructura técnica de, creo, 21 personas en un staff entre médicos, recuperadores, nutricionistas, etc, si el que tiene que cerrar una negociación con el asunto Maxi Gómez es el propio Mateu, ¿que pinta ahí el señor Longoria, si los únicos valores incorporados están formados desde hace años en la Academia? Da la sensación de que hace de doble agente ¿no? O por lo menos, a mí me lo parece. Porque todos estos salarios cuestan una pasta ¿Porqué tú, director general, lo permites?
Más. Si yo, Peter Lim, estoy diciendo a todo que sí y a mí, que he puesto una fortuna para salvar al club de la desaparición, no se me hace caso cuando digo que hay que vender a Rodrigo o a Carlos Soler o a Gayá para reforzar el equipo y consolidar las cuentas, y sin embargo, comparece en rueda de prensa a las primeras de cambio el señor entrenador diciendo que hay que fichar a cuatro jugadores más ¿porqué no puedo decir hasta aquí hemos llegado sin que se me planteen posturas inamovibles y sospechosamente solidarias entre los dos máximos responsables de la parcela deportiva?
En fin, solo hago unas preguntas para que alguien me explique si el detonante de la crisis fue culpa de Lim o de Alemany y si de verdad el tema está solucionado o no. Porque el dueño ha cometido errores, graves, y además debería dejarse ver mucho, mucho más en Valencia. Pero Mateu también, seguramente abstraído por algo que debería evitar, que es la complicidad Marcelino-Longoria-Botas y los jugadores Parejo y Paulista.
Lo que no puede pasar es que la planificación de toda la entidad, dirigida con acierto innegable por Alemany, se detenga de nuevo por cuestiones raras. Si el Valencia hubiera conseguido lo que ha alcanzado en Liga, con soltura y sobrado, no harían falta más especulaciones. Pero no olvidemos que la clasificación Champions se obtuvo en el último minuto y tras unos meses de angustia, de ‘patiment’. Ganarle la final al Barça ya fué la… Pero hay que seguir en esta línea, señor Alemany, usted sabe mucho de este negocio y su labor es única, no asociada a los caprichos de ningún otro empleado del club. Estamos en la rampa de salida para alcanzar mayores logros, no la jodamos ahora otra vez. Ahí lo dejo.
